La medida permite, al mismo tiempo, proteger la salud de los oficiales del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) y de los usuarios durante la contingencia por COVID-19.
Con el nuevo protocolo, los oficiales hacen inspecciones aleatorias de los embarques, durante las cuales bajan de los vehículos al 30 por ciento de los animales para comprobar que cuenten con los aretes de identificación autorizados por el organismo de Agricultura.
Mediante una reunión virtual entre funcionarios del Senasica y de la Asociación Mexicana de Engordadores de Ganado (AMEG), el presidente del organismo, Juan José Córdova Herrero, subrayó que la medida brinda certidumbre a la industria cárnica para garantizar el abasto de estos productos a la sociedad.
Indicó que los mecanismos implementados en la inspección sanitaria permiten agilizar la movilización de ganado, principalmente del sureste al norte del país, lo que beneficia principalmente a los pequeños productores, que se han visto afectados por la caída de los precios comerciales durante la contingencia.
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