
Con esas limitaciones con aroma de Tabú, donde se conjugan tanto el fondo como la forma, los gestos de agradecimiento dichos o expresados en publico , aun cuando son vistos por el Supremo como una virtud , el común y corriente no termina por aceptarlos, menos a darlos por cierto.

Viene al caso porque estamos viendo un garbanzo de a libra, algo que jamas antecesor suyo alguno de Elia E. Tello, en el Consulado de EEUU en Hermosillo, lo había hecho , el sacar a flote en publico sus mas profundos sentimientos personales y de agradecimiento por el trato recibido tanto en lo particular como en su desempeño diplomático , algo inedito desde que tal representación fuera transferido de Nogales a Hermosillo a principios de los 60s.

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