Los Bermúdez Espinoza, integrantes de una de las familias más ricas y poderosas de la región de Ciudad Juárez-El Paso, Texas, se enfrentan en un pleito legal entre hermanos, al ponerse al descubierto una presunta administración fraudulenta por parte de uno de ellos en una de sus empresas.
Sergio Ricardo Bermúdez Espinoza, uno de los hijos de Jaime Bermúdez Cuarón, ex presidente municipal de Juárez, fue llevado a los tribunales por sus propias hermanas, Ana Margarita, Dora Olivia y Lucía Isabel, acusado de disponer de más de once millones de pesos para su beneficio personal y de sus empresas.
Según la acusación, Bermúdez Espinoza benefició a sus empresas Industrias Cever, S.A. de C.V., con 3 millones 168 mil 041 pesos; y Real Consulting International Incorporation, con 3 millones 090 mil 222 pesos; además de a los particulares Jesús Roberto Aveitia Martínez, con 2 millones 937 mil 338 pesos, y Silvino Alberto Rodríguez Urquidi, con 440 mil 727 pesos.
Ante la Fiscalía General del Estado le formuló imputación a Sergio Ricardo Bermúdez Espinoza por el delito de administración fraudulenta ante el juez de Garantía Antonio Coss Araujo, en perjuicio de la empresa Desarrollo Salo, S.A. de C.V.
El juez le impuso una garantía económica de medio millón de pesos y la firma mensual como medida cautelar.
También fijó fecha para la audiencia de vinculación a proceso donde se resolverá la situación jurídica de Bermúdez Espinoza.
Al darle la voz el juez al imputado, Sergio Ricardo Bermúdez Espinoza, éste expresó: “niego los hechos y toda responsabilidad que se me imputa”. Su abogado defensor, Nahúm Nájera Castro, presentó a varios testigos de descargo que declararon a favor del acusado.
Los abogados de las hermanas de Sergio Ricardo dijeron que en tres ocasiones hubo reuniones familiares para que éste recapacitara y devolviera el dinero, pero se negó, lo que provocó una confrontación directa entre hermanos y dio origen a una denuncia penal en su contra.
La querella fue interpuesta ante la Fiscalía General del Estado por Gerardo Adolfo Benavente Bermúdez, hijo de Ana Margarita y sobrino de Sergio Ricardo Bermúdez. De acuerdo con la denuncia, sus hermanas decidieron revocarle el nombramiento de presidente del Consejo de Administración de la compañía Desarrollo Salo, S.A de C.V., y quitarle todos los poderes para pleitos y cobranzas.
++++++++++++Además, en la audiencia de formulación de imputación, se dijo que acudieron a los bancos a solicitar que se congelaran las cuentas y se nulificara su firma.
El 15 de junio de 2012, Sergio Ricardo Bermúdez fue despojado de sus oficinas de la avenida Tomás Fernández #8557, que albergaba a Desarrollo Salo. Sergio Ricardo Bermúdez interpuso una denuncia penal por el delito de despojo y robo en contra de sus tres hermanas: Ana Margarita, Dora Olivia y Lucía Isabel, también contra Ricardo Ríos y César Rey Gallardo, empleados de Gerardo Adolfo Benavente Bermúdez que estaban presentes durante el desalojo.
Esta denuncia no procedió al no judicializarse la carpeta de investigación.
Luego, Bermúdez Espinoza interpuso entonces el amparo 458/2013 en el juzgado Sexto de Distrito, el cual fue sobreseído, y luego promovió otro, con la causa 269/2014-4-B, con la finalidad de que procediera su queja.
La denuncia El 29 de junio de 2012 se presentó ante la Fiscalía General del Estado, Gerardo Adolfo Benavente Bermúdez a denunciar a su tío, Sergio Ricardo Bermúdez Espinoza, por el delito de administración fraudulenta, por la cantidad de 11 millones 365 mil 577 pesos.
Benavente expuso ante el Ministerio Público que este detrimento se cometió en el lapso comprendido del primero de enero de 2009 al 30 de junio de 2012.
Agregó que a partir del día en que Sergio Bermúdez Espinoza asumió la responsabilidad de administrador de Desarrollo Salo S.A. de C.V., no obstante haber protestado fiel y leal desempeño de su cargo, lo hizo como si se tratara de un administrador único, sin tomar en cuenta al resto de los miembros del Consejo de Administración.
Esto tuvo como consecuencia que los accionistas tuvieran un desconocimiento total respecto de los manejos de la sociedad, su marcha, criterios y resultados, dijo. “El licenciado Sergio Bermúdez Espinoza manejó la sociedad como si fuera propia, sin considerar a los integrantes del Consejo de Administración, muestra de ello un sinnúmero de movimientos financieros que jamás fueron consultados”, expresó Benavente Bermúdez.
Señaló que ante la que consideraron oscura administración de Sergio Bermúdez Espinoza, los accionistas de Desarrollo Salo, en sesión celebrada el 2 de julio de 2012, acordaron revocarle el cargo como presidente del Consejo del Administración.
En su lugar fue nombrado de manera interina el mismo Gerardo Adolfo Benavente Bermúdez. Narró que ese día se determinó realizar una auditoría integral de las operaciones y actividades de la sociedad para establecer la probable responsabilidad de Bermúdez Espinoza.
Agregó que lo anterior quedó formalizado mediante escritura pública 11150 de fecha 5 de julio de 2012 celebrada ante la notaria pública 32, Josefina Sosa Ramírez.
Dijo también que se contrataron los servicios del contador público Humberto Grijalva Muñoz para llevar a cabo la auditoría a la empresa Desarrollo Salo, S.A. de C.V., del 2002 al 2012, aunque sólo le están fincando responsabilidad en el periodo comprendido entre el primero de enero de 2009 al 30 de junio de 2012.
El contador Grijalva Muñoz presenta supuesta evidencia en su informe del manejo ilegal de la sociedad por Sergio Bermúdez Espinoza, quien según la acusación dispuso de los recursos de la compañía en beneficio propio y en forma indiscriminada sin consultar con los miembros del consejo de administración.
“De la auditoría se desprenden una serie de manejos indiscriminados y arbitrarios por parte del licenciado Sergio Bermúdez Espinoza”, aseguró el contador Grijalva en su informe.
Basándose en la pericial contable, Gerardo Benavente Bermúdez dijo que Sergio Bermúdez Espinoza en forma reiterada ordenaba la elaboración de cheques de la cuenta 0273004815 propiedad de Desarrollo Salo en Banco Mercantil del Norte, S.A., a favor de la empresa Industrias Cever, S.A. de C.V. Industrias Cever es propiedad de Sergio Ricardo Bermúdez Espinoza, dijo Benavente Bermúdez
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+++++++++++++Bermúdez Espinoza ordenaba transferencias electrónicas de Desarrollo Salo a las cuentas de Industrias Cever de manera unilateral y sin considerar el daño patrimonial, agregó Benavente.
Señaló que Bermúdez Espinoza pagó diversas cantidades de dinero a proveedores y acreedores de Industrias Cever, con la cual Desarrollo Salo no guarda ninguna relación comercial, violentando los intereses de la sociedad.
Añadió que existe un vehículo Volkswagen Jetta 2008 adquirido por Industrias Cever para uso de Sergio Bermúdez Espinoza, y que éste cobraba la renta y mantenimiento a Desarrollo Salo sin transferir la propiedad y sin mediar contrato con Industrias Cever.
Benavente dijo que con fecha 29 de junio de 2012, Sergio Bermúdez depositó 217 mil dólares en el WestStar Bank de El Paso, Texas, por un adeudo de Industrias Cever a Desarrollo Salo, autorizando la inversión a plazo.
Las operaciones mencionadas fueron hechas días después de la remoción del cargo en la administración con Desarrollo Salo con el aparente propósito de saldar la deuda contraída, pero contrasta con la intención de no permitir a la empresa el acceso de dichos recursos al invertir los 217 mil dólares a plazo, lo que se considera una práctica fraudulenta, dijo Benavente.
También, afirmó, pagó a Industrias Cever 246 mil 592 pesos por concepto de estacionamiento.
Acusó a Bermúdez Espinoza de utilizar los recursos de Desarrollo Salo para otros fines, como pagar el Impuesto Predial de diversos terrenos y edificios que no son propiedad de Desarrollo Salo.
“Sergio Bermúdez indebidamente y contra las normas de control interno utilizó los recursos de Desarrollo Salo para reducir su adeudo formado por préstamos personales otorgados sin autorización”, expresó Gerardo Benavente.
Por otra parte, dijo que Sergio Bermúdez pagó a la empresa Real Consulting International Incorporation la cantidad de 3 millones 090 mil 222 pesos por gastos de promoción sin que existiera un contrato de promotoría que justifique los desembolsos por ese concepto.
También pagó indebidamente –aseguró– la cantidad de 2 millones 937 mil 338 pesos a Jesús Roberto Aveitia Martínez por concepto de honorarios por asesoría jurídica, y no existe ningún contrato para la prestación de estos servicios.
Asimismo, realizó pagos a Silvino Alberto Rodríguez Urquidi por la cantidad de 440 mil 727 pesos por gastos de promoción y asesoría, sin existir un contrato con esta persona donde se estipule estos servicios, aseguró Benavente.
De todo lo anterior de puede establecer que Sergio Ricardo Bermúdez Espinoza dispuso para su propio beneficio de los recursos de Desarrollo Salo, S.A. de C.V., concluyó Gerardo Benavente Bermúdez. Por su parte, el contador público Humberto Grijalva Muñoz, al rendir su declaración ante el juez de Garantía Antonio Coss Araujo, sostuvo que Sergio Ricardo Bermúdez Espinoza cometió una administración fraudulenta.
“De acuerdo con los gastos realizados, no existe una justificación ni una corresponsalía con los ingresos; eran en demasía y pagos repetitivos durante muchos años (…) y aunque sí estaba la factura del servicio, nunca se supo el fondo del servicio”, expresó el contador.
‘No hay administración fraudulenta’ Los contadores públicos Laura Lorena González Armendáriz y Raúl Mendoza Chaparro realizaron una pericial contable, en donde determinaron que no existe una administración fraudulenta por parte de Sergio Ricardo Bermúdez Espinoza.
Ambos fueron presentados por el abogado Nahúm Nájera Castro, defensor de Sergio Ricardo Bermúdez Espinoza, para contrarrestar el peritaje de los contadores Humberto Grijalva Muñoz y Pedro Gerardo González Galván.
Con base en las pruebas documentales aportadas por la Fiscalía General del Estado, los peritos determinaron que, en el rubro de las cuentas de deudores diversos, las erogaciones a favor de Industrias Cever S.A. de C.V., Real Consulting International Incorporation y los particulares Jesús Roberto Aveitia Martínez y Silvino Alberto Rodríguez Urquidi, están debidamente acreditadas y justificadas.
Dijeron que los contadores Humberto Grijalva Muñoz y Pedro Gerardo González Galván suponen una administración fraudulenta cometida por Sergio Bermúdez Espinoza, pero que el objeto social de la empresa constituye el otorgar préstamos, situación natural mercantil que se da en cualquier tipo de empresa.
Los contadores expusieron que Sergio Bermúdez Espinoza acepta el adeudo de su empresa Industrias Cever, S.A. de C.V., pero que ya se encuentra liquidado por medio de un certificado de depósito en WestStar Bank de fecha 29 de junio de 2012, y fecha de terminación de 28 de febrero de 2013, por la cantidad de 217 mil dólares.
“Con relación a la renta del automóvil Volkswagen Jetta 2008, hacemos la aclaración que en la contabilidad de la empresa los importes mencionados se encuentran dentro del rubro de gastos”, expresaron los contadores en su informe.
Respecto al pago del Predial por cuenta de terceros, hicieron la aclaración de que “dada la naturaleza mercantil de la empresa es común y recurrente que todos los socios y accionistas de las empresas aprovechen las situaciones de mercado para prestar o pagar deudas por cuenta de terceros, por lo tanto consideramos que éstas no son operaciones de dudosa credibilidad”.
Con relación a las erogaciones hechas a favor de Roberto Aveitia Martínez, aseguraron que existe una aprobación por parte del Consejo de Administración desde el ejercicio 2006, por lo que en los ejercicios subsecuentes se siguió trabajando con esta persona, quien –dijeron– entregó los recibos fiscales correspondientes para efectuar la deducibilidad del gasto en beneficio de la empresa.
“Es incorrecto considerar que dichas cantidades son producto de una administración fraudulenta”, expresaron los contadores Laura Lorena González Armendáriz y Raúl Mendoza Chaparro.
Los gastos de promoción de Real Consulting International Incorporation y de Silvino Rodríguez Urquidi, fueron aprobados por el Consejo de Administración de la empresa desde el ejercicio 2006, quienes entregaron las facturas correspondientes para efectuar la deducibilidad del gasto en beneficio de la empresa, manifestaron.
“Si el servicio se prestó, si se entregaron las facturas correspondientes, si se acreditaron los impuestos y se presentaron las declaraciones ante las autoridades, entonces no existe una administración fraudulenta por parte de Sergio Ricardo Bermúdez Espinoza”, expresaron los contadores.